¡Hay algo que te quiero decir y no me animo!

¿No les ha pasado que caminan todos los días por la misma calle pero no se detienen a verla realmente? Puedes ver las mismas cosas siempre hasta que en un momento te das cuenta que una de ellas tiene un detalle increíble, que era justo lo que necesitabas ver pero por alguna razón no podías.

Soy distraída de por sí, no lo digo a modo de excusa, pero tengo que afirmarlo, puedo estar en mi propia casa por horas y no darme cuenta que cambiaron el color de las paredes de la sala o que compraron un adorno nuevo, quiero pensar que es porque ando pensando en cosas que a mi parecer son más importantes.

Pasando al terreno que sí es importante, y me detendré en ello porque fuera de cursilerías es justo darle el espacio que se merece al amor. Ese amor que a veces se disfraza de ilusión, de encanto, de circunstancia y otras es simplemente amor, así de radical y crudo, en el momento menos indicado, el más inoportuno según Drexler, llega el “tú me complementas” y el resto es historia, tu manual contra las decepciones, tu lista de exigencias y planes de contingencias a la basura, tu muro se derrumba como el de Berlín y con unas pocas palabras.

Estoy de acuerdo en que soñar es bonito, pero la vida no es tan fácil como lo es en los sueños, no puedes hacer que aparezca un dragón y queme todo lo que te moleste ni que un perro gigante te lleve volando como en "La historia Sin fin" , yo prefiero una buena dosis de realidad mezclada con hechos en vez de un holograma que puede desvanecerse sin aviso.

Volviendo a los amores, existen los amores escondidos, esos que se guardan en cajitas de Pandora durante mucho años, que son bombitas de tiempo esperando explotar, está la chica que vive enamorada del hermano mayor de su mejor amiga y nunca se lo ha dicho, lo tiene como un amor platónico, sueña con él todas las noches y él ni siquiera se imagina lo que pasa por la cabeza de la adolescente de 16 años.

También está la chiquita que molesta a su compañerito de colegio todos los días, le pone apodos, le pega, lo persigue corriendo por el patio en el recreo, le hace saber que no lo soporta pero muere por él por dentro, lo más probable es que él lo descubra cuando sean grandes, pero ella ya no sienta ni el mínimo gusto, si él hubiese leído las señales de manera inversa la historia sería distinta.

Otra situación es la del mejor amigo que vive enamorado de su amiga de siempre, pero no cree ser suficiente para ella, así que prefiere tenerla como amiga a perderla definitivamente, pero no se pone a pensar que podría ser mejor de lo que espera, y tal vez cuando se decida a decirlo, ya sea muy tarde.

Cuando encuentres tu punto de luz sobre el hombro izquierdo (Brida, Coehlo), tu media manzana, naranja o como quieras llamarlo, puede pasar que no estés listo (a) para recibirla o percatarte que existe.

De estas situaciones surgen historias no muy felices, como la que dice que ella siempre lo quiso, él también, ninguno tuvo el valor de decirlo, así que ninguno supo los sentimientos del otro, y así se les pasó la vida, el éxito conocieron más no la felicidad de pareja por no arriesgarse a hablar.

Pero, no nos pongamos fatalistas, en estas cuestiones amorosas nada está dicho, todo puede dar un vuelco de 360 grados de la nada, en un segundo puedes descubrir que esa persona, sí la que siempre has estado buscando, la tenías ahí, a tú lado.

Asimismo, el ocultar lo que sientes puede resultar de dos formas, en un final feliz, de cuento de hadas o comedia romántica o puede pasar que esa persona a la que se lo dijiste o lo descubrió por sí misma, no sienta igual que tú, igual dilo, si sabes que vale la pena, dilo, porque de no salir las cosas como esperabas tendrás el consuelo de no haberte quedado en el hubiera, al menos lo intentaste, te arriesgaste y ¿qué sería la vida sin emoción? nada.

 Sin ánimo de sonar como alguien que está en contra del amor o mucho menos, porque no es así, pienso lo siguiente, a veces sentimos de manera circunstancial, puede pasar que estés triste y por esa misma vulnerabilidad te fijes en alguien que no es para ti, una vez que pase la tormenta y te sientas mejor contigo mismo (a) te preguntarás qué tenías en la cabeza para haberte fijado en ella (él), tranquilidad, todo tiene su razón de ser lo bueno se copia y se mejora, lo malo se descarta, todo es "causalidad".

Para finalizar, pienso que cada uno es libre de sentir como quiera, pero creo que bajando a tierra firme de vez en cuando puedes vivir un poco más el presente que no está tan mal como parece, al contrario, está esperando que le des una oportunidad.

Aquí una noventera de Irán del Castillo, Yo por él.

Alejandro Lerner con secretos

Y una escena de "La Boda de mi mejor amigo" sobre los sentimientos guardados.