30 junio 2011

Simples causalidades

  
Sarah Rhoads.
Todo tiene una razón, un por qué, una circunstancia, en el momento en que nos pasan las cosas, no nos damos cuenta lo que le universo tiene planeado para nosotros, renegamos, queremos estallar, agarrar un saco de box y usarlo de catalizador, lloramos de impotencia o morimos de risa, pero igual no somos un oráculo para saber en qué desembocará el río, ni tenemos el manual del millón de respuestas, somos simples mortales, en conclusión de una gastritis por la molestia, no pasamos.

Si todo debe su comienzo y fin a una determinada causalidad que descubriremos en el presente o tal vez en un futuro lejano no tiene sentido que nos preocupemos por lo que no sabemos que pasará, puede que ni siquiera pase, suficiente con todo lo que uno tiene que hacer por día como para hacernos más bolas.

Conversaba con alguien que me dijo, de una manera muy simple y práctica que no perdería su tiempo pensando en supuestos, sí, a todos nos tocarán días buenos y días malos porque así es la vida, nadie las gana todas ni está triste siempre, hay que dejar que las cosas pasen y ser un poco más relajados al respecto, cuando nos tenga que pasar pasará, esto en referencia a estar felices o tristes.


Las Islas Griegas desde arriba.
Uno genera su propia búsqueda pero es tan individual como la vida misma, tan particular e inherente a cada persona que tenemos la plena libertad de querer simplemente hacer nada, o podemos seguir tratando de encontrar esa paz espiritual que tanto queremos.

No sólo se trata del destino, ya creas en este o no, mi opinión es que lo que vaya a pasar simplemente pasará, quieras evitarlo o no, aquí no hay azares ni cartas, las cosas simplemente son.

 Volviendo al por qué de las cosas, no somos Sócrates ni Einstein para analizar las 24 horas del día, sin embargo, podemos tomarnos un tiempo para reconocer que los cambios traen consecuencias, el sacrificio, trae buenos resultados, pero hay que respirar, contar hasta diez y continuar.

La semana pasada cumplí 23 y hago un mea culpa porque este sea mi segundo post del mes, no me excuso, pero ha sido un mes lleno de situaciones encontradas, unas peores que otras, ni modo, todos nos sentimos bloqueados en determinado momento, me tocó a mí por unas semanas.

La vida no será lo que siempre pensamos y esperamos pero prefiero utilizar el ensayo/error a quedarme como un ente en una esquina para que no me pase nada, no se puede permanecer en una burbuja.


Sería imposible que no sientas que todo es una mierda en determinado momento, podemos (y me uno totalmente) querer matar a alguien por la cólera o decepción que sentimos, pero para qué? hay que ser más alpinchistas creo yo, me uniré a esa política.

De ahora en adelante guardaré energía y tiempo para lo que realmente valga la pena, lo demás pasará simplemente por eso porque tiene que pasar así que no gastaré en resistencia.

Aquí les dejo un poema que fuera de tener un sentido romántico-melancólico habla de las causas, nunca le puse nombre, pero lo comparto con ustedes.

¿Qué hacemos tú y yo?
Somos como dos sombras,
dos sombras que no pueden verse
pero a la vez como dos cristales atravesados
por una luz incandescente.

Estás y no estás,
termino de hablar y te vas.
¿Qué es real? Acaso sólo son reales
las cosas que vemos y tocamos?

Si fuera así, existiría la luna
que no tocamos?
la inconstante luna o el sol resplandeciente?

Si es así, las estrellas
ya no serían reales
porque la mayoría se extinguió
pero ante nuestros ojos siguen ahí.

Tal vez lo real es particular,
depende de cada uno,
si dependiera de todos
nada sería irreal.

Todo pasa por algo,
pero ese algo es ¿a causa de qué?,
de las sombras, de la luna,
del mal tiempo o eres tú?
Tal vez sólo eres tú.

Siempre fuiste tú.

03 junio 2011

Buscando la chapita premiada

Mi serie favorita de niña.
El camino a la felicidad es largo, me atrevería a decir que también es de trocha, encuentras piedras, aparece un arcoíris, puede haber granizo, lluvia y hasta sol en pleno invierno, nada dura 100 años, ni la pena, ni la alegría, la complejidad es lo que le da el gusto a la vida, lo imperfectamente correcto le da el toque picante a la salsa, espero hacerme entender, si todo fuera fácil, dónde estaría la magia, nos quedaríamos sentados esperando que la felicidad cayera del cielo en paquetes.

No importa la cantidad de huecos o las veces que te caigas sin que existan huecos, importa la convicción y tus ganas de levantarte, el que es valiente supera el miedo, sí, se abruma, pero lo pasa y avanza, el mes está empezando, date un chance.

Cuando era niña, mi felicidad total era ver Nubeluz, la serie Tres por tres, Hechizada, Los Picapiedras, si había una maratón, mejor, nunca podré decir que jugar vóley ni ir a un parque me hacía feliz porque hasta ahora no le encuentro gran valor a hacer ninguna de esas dos cosas, pero muchas personas si lo disfrutan, yo veía la sirenita o me creía la integrante número cuatro de Pandora.

Recuerdo que las tardes jugando barbies significaban más que un billete de cien dólares (ahora prefiero el billete) las horas con mi compañera de juegos Dani F pasaban lento, disfrutábamos cada minuto, teníamos infinitas posibilidades de malograr las vidas de estas rubias, morenas y chinas como queríamos y corregirlas en un segundo haciendo que ganaran la lotería o apareciera el hombre de sus vidas.

Antes sentía poco, o mejor dicho no reconocía mucho lo que sentía, ni evaluaba, menos analizaba, sólo  soñaba, en esa época, y con esto no pretendo sonar a vieja, todo era más fácil y simple.

Tengo un hermano de 6 años que me sirve de ejemplo, algo muy chiquito como un chocolate secreto lo hace sentir especial, y lo que para mí es un túnel sin salida, para él es positivo, ve el otro lado de la moneda , la felicidad la vamos viendo diferente conforme crecemos, y está bien, es parte de crecer.

Nos volvemos más exigentes y nuestras prioridades van cambiando, pero continuamos en la misma búsqueda, ese tesoro parece alejarse en muchos momentos y en otros estar más cerca, la incertidumbre nos invade, comenzamos la persecución y nos creemos Tom Cruise en “Misión Imposible” cuando sólo nos falta tener un poco más de fe.

Hace unos días me dejaron un comentario que me hizo pensar en hacer este post un poco más personal, quién no se ha sentido en algún momento estancado, sin poder avanzar ni menos retroceder, como si hubieras lanzado el ancla y ya no pudieras levantarla para volver a navegar.

Me ha pasado muchas veces, esta vida no espera, el mundo sigue girando queramos o no, llorando y pataleando no vas a poder evitar que mañana amanezca, mientras estamos paralizados pensando qué hacer o de repente ni siquiera pensando, el universo avanza a pasos agigantados sin que podamos hacer nada.
Vivir de recuerdos es una pérdida de tiempo, todos los días son oportunidades nuevas, ocultando lo que nos molesta tampoco llegaremos a ningún lado, que no lo digas no quiere decir que no lo sientas, hay que aprender a patearlo y seguir.

Puede ser que sientas que todo está de cabeza en el trabajo, que tus amigos no te entienden porque requieren más tiempo del que puedes darles, que estés sólo y pienses que estarás #foreveralone, listo (a) para formar el club de los solistas, apuesto que lo que necesitas es un espacio para ti, para pensar, estar solo, tomar aire, repensar, coger fuerza de donde no hay y enfrentar la realidad que es un tira y jala, la sufrimos, pero luego nos llueven bendiciones.

Ahora, me pone feliz escuchar a Barry White o “Walking on sunshine”, parecerá tonto, pero cuando siento me llega todo, una canción puede traerle un poquito de brillo a mi día, los chocolates y ver "Friends" ayudan así como escribir y leer lo que comentan. Si no te gusta lo que te rodea intenta cambiarlo, si lo que está contigo, está al revés, puede ser que tú estés tan estresado que no puedas ver las cosas con claridad, apóyate en tu fe, confía en la fuerza del universo, utiliza la espontaneidad y no dejes de creer, todos necesitamos creer en algo o en alguien, sino seríamos entes sin rumbo o tickets sin destino.

El destino está sobrevalorado, las cartas también, tú las juegas, así que el único que tiene las de ganar eres tú, sigue participando, en cualquier momento encontrarás la chapita ganadora, mientras más veces te arriesgues tendrás más oportunidades de ganar, y si te pierdes, acuérdate de tu parque, busca “la canción”, despéjate y vuelve a empezar, así de simple.

Algunas cosas que también me ponen feliz:


Las estrellas.
 
  

Margaritas blancas





Mi par de canciones: