21 julio 2011

Fantasía o no habrá que vivirlo primero

"Si sale, sale. Si no sale, hay que volver a empezar. Todo lo demás son fantasías."
  (Eduard Manet)
By Sarah Rhoads

Estuve pensando bastante en este post, no quería que fuera extremista ni que afirmara algo que es realmente subjetivo, la manera de cada uno de ver el mundo es diferente, compleja, propia, incapaz de ser replicada ni siquiera por una máquina sacada de "Men in black", y más cuando hablamos de amor, el tema se complica a la enésima potencia.

Ya no quiero escribir de amores, ¡mentira! el amor nos consume, nos llena, nos hace saltar de alegría pero también nos tumba, ya hemos hablando de eso, se escribe de amor en diferentes idiomas y es un mal que no tiene cura, cuando te toca te toca y punto.

Sin embargo, para muchas personas puede simplemente no existir, hay agnósticos de amores así como anti-amores. Ya me dolió, ya sufrí, eso no puede ser amor, no pudo haber sido ¿entonces, qué fue? ¿una fantasía? me ilusioné, pero no fue más que eso, un sueño.

Imagínense a Colón, en la época en que quería convencer al mundo de que la tierra era redonda, teniendo que convencerlos ahora de que el amor existe, no se de qué manera puede demostrarse algo así, se trata más de sentir que de probar.

Ayer recibí una muy buena noticia a muchos kilómetros de distancia, una de mis mejores amigas de toda la vida está esperando a su segundo bebé y nacerá aquí, eso para mi es una prueba de que el amor existe, el amor en sí, no solo el amor de pareja, sino el amor por el universo, por la gente que nos rodea, por la vida, por todo.

Si somos un poco más felices agradeciendo por lo que tenemos y dejando de lado las preocupaciones que como dice esta misma amiga, al final sólo son un gasto de energía y nos distraen de las cosas que realmente valen la pena, terminaremos viendo la vida de una manera más bonita.

Pero no podemos dejar de lado el fin de este post, sí, ya hablamos del amor, pero daremos el otro punto, el de la fantasía, si yo nunca me he enamorado puedo pensar que en vez de amor uno siente ilusión, que las mariposas en el estómago son solo una alegría pasajera, que el corazón late aceleradamente porque de repente tuvimos taquicardia, que como todo tiene su final como dice una canción, tenemos que disfrutar lo que dure la fantasía, o el sueño porque en algún momento vendrá la realidad para demostrarnos que no existe.


Expectativas y realidad, la última nos golpea en relación a lo alto que vuelen las primeras, tierra firme, la prefiero, mientras menos expectativas tengas más cerca del suelo estás, por lo tanto, duele menos la caída.

Pensar en el destino, en que cada uno tiene un complemento en algún lugar del mundo es utópico, muy dulce, pero utópico al fin y al cabo, el porcentaje de divorcios a nivel mundial va en aumento, las posibilidades de encontrar al llamado "amor de tu vida" son cada vez menores.

No sé que piensen ustedes, pero yo todavía quiero creer que existe, voto por él, utilizo el principio de presunción de inocencia, "todo acusado es inocente hasta que no se demuestre lo contrario" quiero conocerlo, comprobarlo y sentirlo las veces que sea necesario, no basta con ser espectador, hay que participar, mientras tanto no te compliques, disfruta el presente que para eso está.

Con esto termino, ellos buscaron la felicidad, y sí, la encontraron.

"Un corazón grande se llena con muy poco." (Antonio Porchia)


Aquí les dejo un extracto de la película que está al comienzo de este post:


Y una escena de "Closer".


En esta escena el genial Anthony Hopkins habla del estar enamorado:


Esta escena no tiene un final feliz, pero cumple un fin, nunca sabes cuando puede pasar, pero de que pasa, pasa.











19 julio 2011

¡No entiendo!



 Hay muchas cosas que no entiendo y otras que ni siquiera quiero entender. El sobre-análisis ya pasó de moda, been there, quiso convertirse en tendencia pero finalmente lo expulsé.

No puedo vivir cuestionando todo lo que está a mí alrededor, creo que de eso se trata, de no saber.
Cuando uno le encuentra significado y lógica a algo en especial pierde el sentido justamente especial e interesante que tenía al comienzo.

A veces sin que exista un antecedente alguien nos cae super bien o increíblemente mal y ni hemos hablado con esa persona. No sé si sea cuestión de química, de energía por vidas pasadas o un tonto prejuicio en la cabeza, pero sucede.

La idea es poder quitarnos el sobre equipaje porque no es bueno pagar de más en el aeropuerto, cuesta mucho, me niego a cargar con mochilas ajenas, prefiero bailar con mi propio pañuelo, la simplicidad es más atractiva para mi ahora.

Puede que al analizar o interpretar determinada actitud por algo que escuché o vi termine entendiendo el mensaje completamente inverso, si enviamos señales equivocadas se decodificará de manera equívoca también, y ninguna de las dos personas habrá entendido lo que quería decir.

Como nadie es Dios o un ente superior para saber que es políticamente correcto, ni podemos guardar mil gestos en la mente ni googlearlos para asociarlos a determinadas situaciones, realizar una fórmula y dar como resultado qué se quería decir y qué pensaba la otra persona, 0 bolas, relájense, es mejor, uno irá entendiendo las cosas a su debido tiempo.

Hace unos días, un par de semanas tal vez ví una película sobre unas pastillas que te ayudaban a saber exactamente lo que querías y necesitabas en el momento preciso, con estas pastillas podías avanzar los escalones determinados, listo tenías paz espiritual y felicidad completa.

No podemos encerrarnos para tratar de encontrar las respuestas que necesitamos, ni vivir esperando que caigan del cielo, tampoco se puede vivir de sueños, sino de metas que nos tracemos poco a poco.

Alerta con luces de neón, eso pasa sólo en las películas y no vivimos en TNT, la vida real es mucho más rica como para ser resuelta con una fórmula matemática, así que como dice una persona que quiero mucho y que siempre me guía, hay que disfrutar de los días, vivir el concierto, no solo se trata de tomar fotos sino de disfrutar tu momento, el análisis déjalo para después.

Una canción ya más reciente:


Y una de hace unos años: